La cultura cochista es más evidente cuando ponemos en contraste a las estructuras arquitectónicas Norteamericanas que favorecen los espacios a los vehículos, frente a las ciudades Europeas o que fueron planeadas en un inicio sin tomar en cuenta rutas mecánicas.
Autor: Alan Esparza

En México hay una interesante mezcla de ambas culturas. Por un lado tenemos ciudades hibridas en donde en una parte es exclusiva a los peatones, y en otras vemos un desierto interminable debido a que las distancias están consideradas para ser navegadas por medio de vehículos, y no a pie. Guanajuato se construyó de una forma orgánica, y aun hoy en día se incentiva a sus visitantes a dejar de lado el carro y usar rutas alternas/caminatas.
Históricamente se ha favorecido, como en muchos aspectos, debido a la insistencia de un mercado por vender el producto. A inicios de siglo había incentivos en el nuevo mundo para favorecer estas prácticas, tanto por la industria automotriz, como la de energías petroleras. Lo que nos dejaron entonces fue con estructuras que no se adecuan con las necesidades modernas, y con las carencias de las cuales ahora tenemos, pero que entonces ni se imaginaban que podían pasar (Como la escases de gasolina, o la necesidad de medios de transporte alternos). Vemos leyes que piden que un estacionamiento sea 3 veces más grandes que el edificio que pretende ser el punto focal. También podemos hablar de la estandarización de los suburbios en los cuales hay miles de casas sin señales de vida, en donde encontrar el próximo establecimiento es necesario un viaje de 20 minutos en coche.
Es por ello que la estructura no funciona, y es necesario modificarlo desde la raíz. De nada sirve la alternativa “eco-friendly” de los autos eléctricos, si su desarrollo y mantenimiento es IDÉNTICO a un automóvil impulsado por gasolina. El mismo espacio tan mal desproporcionado es usado, y las mismas conglomeraciones van a ocurrir (porque se ha demostrado que entre más vías se abran, más espacio se le designe a los carros, más tráfico se genera).
La agenda de empujar estos medios alternos ya ha comenzado, con propuestas e incluso quejas actuales frente al gobierno en donde no se respetan los decretos de priorizar peatones, autobuses, y al final automóviles. Si, deficiente, como los espacios designados a ciclistas que nadie respeta y que parecen causar más daño que beneficio debido a su pobre planeación y ejecución. La realidad es que la alternativa existe, y es un proceso largo y tedioso que tenemos que tomar.