Manifiesto de la generación bastarda

Tengo miedo. Tengo miedo de esta vida. Tengo miedo de la muerte anunciada.  Tengo miedo porque nos dijeron que tendríamos una vida larga y llena de buenas experiencias, un mundo de oportunidades y sueños cumplidos, pero nos entregaron una sociedad al borde del colapso. Tengo miedo porque nos dieron esperanzas con las falsas soluciones al apocalipsis climático para esconder un mundo en ruinas. 

A nuestros abuelos les prometieron prosperidad, vivienda, desarrollo y (a aquellos con suerte) se les entregó. A nuestros padres se les prometió que al menos podrían vivir su vejez en tranquilidad con sus pensiones y aún sueñan con esa ilusión. A nosotres también trataron de prometernos, pero finalmente nos vomitaron en la cara el futuro marchito que nos queda. 

Ilustración: Lorena Segundo (@iisegundo_tattoo)

Ante un mundo de muerte, sequía de verdad y ausencia de futuro, optamos por la ternura, el cuidado y la escucha. Ante una incesante violencia, nos reencontramos en la fragilidad y nos hermanamos en la soledad. Ante un infierno inminente, abandonamos el deber ser que nos impusieron para poder ser. Ante una existencia ya condenada, somos todo, le sucedemos a la vida. Recuperamos nuestra pisoteada libertad, más que para elegir quien ser, para devenir lo que ya somos. 

Percibimos el mundo sin separar el corazón de la mente. Con las letras revivimos mil épocas y mundos. Con la poesía bebemos el recuerdo de almas torturadas, enamoradas y abandonadas. Enfrentades a la finitud, no sólo de nuestra vida, sino de todo lo que conocemos, reinfundamos de luz a quienes han compartido nuestro mismo dolor en el pasado. Escribimos grandes épicas donde los héroes nadan en océanos de tristeza y discursos en los que defendemos nuestra solitaria existencia, no para delegarlos a la maldita y mentirosa civilización, empero, para declamarlas en plazas y gritarlas en bares rodeades de quienes nos aman en tan distópica realidad.

Y aún así, a pesar de que nos han tatuado con fuego dentro de los párpados el destino manifiesto de nuestra generación, aún así tienen la audacia de despreciar nuestros sentipensares. Desprecian a aquello que crearon, critican nuestra actitud ante un mundo con una muerte anunciada, se quejan de nuestras decisiones; se creen con la autoridad de desestimar nuestra experiencia humana, de deslegitimar nuestra misma existencia. Nos roban la autonomía para mantener su ya putrefacta realidad. 

¿Critican hipócritamente nuestro pesimismo ante el mundo que ustedes nos dejaron? ¿Se quejan de que no queremos formar parte del mundo que explotaron hasta su hecatombe? ¿Nos fuerzan a mantener su necrosa élite? ¿Nos roban la memoria, el techo, la autonomía, la paz, la vida? Invocaron la muerte, la nombraron Ineludible y aún así ¿quieren que aceptemos sin chistar la imposición como condenades de la Tierra?

Si es así, elegimos la titilante esperanza. Elegimos la esperanza, no como otra tramposa narrativa, sino como latente potencial de ser y crecer en libertad.

Elegimos la Memoria, que por mucho que intenten silenciarla, se hará escuchar con la experiencia de las luchas que nos precedieron. 

Elegimos la Vida no como ideal, sino para tomarla con nuestras propias riendas. 

Elegimos la autonomía para imaginar briosas, propias y nuevas posibilidades de ser cada quien y ser con quien se desee. 

Elegimos la ternura, el cuidado y la escucha, que una vez fueron nuestro consuelo ante la muerte, y ahora serán nuestra bandera en la lucha insurrecta. 

Elegimos las letras y la poesía porque con ellas crearemos las palabras que nos permitan combatir el falso Apocalipsis.

Y que la luz de nuestra palabra se nutra de quienes nunca han dejado de resistir. 

Que las letras y la poesía fortalezcan nuestra dignidad,  alimenten nuestra alma y atiendan la urgencia de luchar. 

Que las letras y la poesía tomen nuestro miedo, no para consolarnos o paralizarnos, sino para convertirlo en auténtica rebeldía.

Que las letras y la poesía rieguen el capullo de la Memoria para que en el presente florezcan mundos nuevos.

Aportación por: Babel

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.