El gobierno pretende construir un nuevo museo para las momias guanajuatenses, o al menos eso le dicen al pueblo.

La realidad es que los planos del nuevo museo contemplan un área con 53 locales comerciales, más propio de un centro comercial. El mal llamado museo estará cerca del anterior y se demolerán unas canchas deportivas públicas para su construcción, el proyecto tiene un costo de 70 millones de pesos y para financiarlo se le cargará al pueblo guanajuatense una deuda pública que verá reflejada en su día a día durante los próximos 10 años con un menor gasto público.

Un grupo de ciudadanos encabezados por la c. Paloma Robles Lacayo, se oponen a la construcción del nuevo centro comercial, y se han dado a la tarea de recolectar firmas para organizar una consulta popular en la que los ciudadanos guanajuatenses podamos escoger si queremos o no empeñar así nuestro futuro.

Guanajuato debe comenzar a cuestionarse si quiere seguir invirtiendo cantidades absurdas de recurso público en infraestructura para el turismo, mucho se habla de la derrama económica que esto genera, pero poco hablan de todo el recurso público (que recordemos, es una abstracción del trabajo del pueblo) que no se invierte en mejorar la vida de los locales por darles una mejor experiencia a los turista que viajan desde ciudades donde la gente tiene más dinero. Si no me creen, miren lo que le pasó a San Miguel Allende. El patrimonio cultural se disneyficó y ahora al mexicano promedio no le alcanza ni para comprar un elote en el Centro.

Se podría argumentar que los locales de su centro comercial-museo generarán empleos, pero eso no cambia que quienes trabajen ahí tendrán que volver a casa por un callejón donde no hay alumbrado público, a demás: ¿Realmente creen que quienes se beneficien de esos locales serán de entre la clase social mayoritaria? ¿Si quiera serán los que trabajen en esos locales quienes paguen su renta y se beneficien por completo de las utilidades?

No, claro que no. Los más beneficiados de este proyecto serán los de la clase parásita que vive sin trabajar, pero su deuda la vamos a pagar todos.

Este proyecto no tiene ni pies ni cabeza. Empezando con que toda la gracia del museo actual es que está justo junto al panteón donde la tierra propició la formación natural de las momias, es una reverenda estupidez que nuestro gobierno panista dicte que se muevan las momias a un centro comercial-museo para que los privados puedan capitalizarlas. Es un robo al pueblo guanajuatense, un robo económico y cultural.

Los ciudadanos no podemos quedarnos de brazos cruzados, los últimos datos que puede consultar indican que ya han sido recabadas por lo menos un 70% de las firmas requeridas para la realización de la consulta. Tengo fe en que no vamos a permitir esto y será histórico para Guanajuato, porque la victoria sobre las malas intenciones de nuestro gobierno será tan aplastadora que nos habrá enseñado mucho sobre el rumbo que queremos para nuestra cuidad.

Si eres guanajuatense y como yo y muchos más te opones al proyecto del nuevo Museo de las Momias, es tu responsabilidad ir a firmar y después a votar; por tu familia, por tus amigos y por las futuras generaciones.

Puedes ir a firmar en los siguientes puntos:

También puedes obtener más información de cómo firmar a través de la herramienta de Telegram: https://t.me/guanajuaBot