GUERRA, HAMBRE, CALENTAMIENTO GLOBAL, VIOLENCIA, IMPUNIDAD, RECESIÓN, CORRUPCIÓN.

Enérgicos en la medida exacta, los jóvenes somos capaces de enfrentar las negligencias en el pasado de los conservatismos, así como de contener las tempestuosas olas del desarrollo que nos amenazan cada paso adelante. Nos inclina más y más hacia el desfiladero de los mismos excesos en nombre del desarrollo.

Todo lo conservativo que han sido hasta ahora, señores, debió estabilizar y fortalecer los caminos que todos nosotros andaremos hoy. Confío en que sí. Contamos con nuestra inexperiencia como inmaduros que somos, pero justo eso fortalece nuestros instintos de supervivencia y cuidado. Y por eso decidimos avanzar, continuando hacia las direcciones que nos lleven hacia el fin que todos queremos, incluso si eso nos desvía de las suyas. Pero no teman, que puede que hayáis hecho algunas cosas bien y podamos continuarlas.

¡Y Basta! No quiero preferir a los viejos y sabios, sobre los jóvenes y entusiastas.

Sabemos qué terreno pisamos. Al fin que es el mismo sobre el que fuimos instruidos preservar y mejorar. Pero sucede que preferimos tratar de llegar hacia donde los derechos humanos llegaron en los libros. Adaptamos nuestra mira a ello. Y ganando las batallas necesarias, nos haremos lo experimentados suficiente hasta el punto en donde envejezcamos, con la mesura y la cautela siendo las causas de cada paso a dar. Cualidades mucho valoradas para liderar. Llegará el día en donde nosotros no tomaremos más riesgos, y entonces abriremos el paso, en medio de los debates defendiéndonos y resistiendo a nada, a los nuevos jóvenes que gozarán de la confianza en la inmadurez y la cautela de preparar las primeras oportunidades. ¡Y qué primeras oportunidades!

No pensamos jugárnosla siempre, pues poner en peligro cosas tan delicadas como los problemas que padecemos solo se paga con nuestras cabezas. Y no, no vamos a arruinarlo, porque no estamos improvisando, hemos cuidado bien nuestros planes y acciones como para haber tomado en cuenta la ruina sobre la que pisamos.

Suelten eso les aberra de nosotros, pues nos necesitamos entre todos.