
En el marco del mes del orgullo de la comunidad LGBTTIQ es sumamente importante hablar de las cosas que la comunidad nos ha aportado, sobre todo lo que nos ha aportado a los activismos.
Sin duda el colectivo LGBTTIQ ha sido pionera en expresiones; en buscar nuevas formas de hacerse escuchar, muestra de eso son el vogue y el drag.
Primero hablaremos del drag, de este hay muchas variaciones y tipos que van desde lo cómico, la sátira hasta maquillajes y transformaciones muy artísticas. Lo que mueve principalmente es hacer a un lado todos los estereotipos de género, romper con estos y que las personas sean lo que quieran ser, sin importar la preferencia sexual o el sexo, es importante hacer a un lado esos estereotipos que nos limitan y nos alienan a un sistema cada vez más insostenible.
El vogue por otro lado tienen sus inicios en las comunidades LGBTTIQ latinas/afroamericanas muy marginadas pero que con esto demostraron su existencia; de esta forma se hacían notar, basándose en poses de revistas y con estas haciendo bailes para de esta forma destacar entre la comunidad; el vogue fue evolucionando y llegando cada vez a más lugares pero sin dejar a un lado sus raíces.
A veces el vogue y el drag se mezclan, a veces no, pero ambos son una forma de resaltar y otras minorías lo han tomando de ejemplo y las llevan a cabo en su activismo.
Estas formas de manifestación te hacen salir de la cotidianidad y te hacen ver que hay más formas de hacerse notar y así, la comunidad LGBTTIQ nos enseña que entonces existir es una forma más de resistencia y manifestación por eso la importancia de resaltarlas y valorarlas como lo que son, grandes formas de expresarse políticamente y hacer un cambio.