
Así tengo asegurada la vida y tiempo para entender y quitarme la resaca del destino de la vida en la tierra, aparente, pero destino al fin.
Hay mucho para sufrir, entonces puedo ya con toda legitimidad dedicarme a lo que me quita la sed y su lastre, porque solo puedo beber agua salada.
Tantas cosas tan artificiales que ahora dedico para mi adicción en la vida, aunque solo por librarme de mi torbellino -también salado, no porque me gusten.
¿Ya ganó la producción capitalista, verdad?
A qué precio, solo puedo beber agua salada.