
Se habla mucho de la gente muerta pero no se habla de los miles de millones que sobrevivirán después de la tragedia.
¿Qué va a ser de la humanidad? Las cosas nunca volverán a ser iguales. Hemos visto a los más grandes imperios del mundo contemporáneo perecer como cualquiera. Ya no importa si tienes montañas de dinero guardadas en el banco, si estás enfermo y en los hospitales ya no hay camas, tu dinero no vale para nada, ponle los ceros que quieras a ese cheque, nadie te va a dar su cama.
Hasta hace unas semanas el mundo entero pensaba que le debía la vida a los empresarios que les dan trabajo, pero ahora que la empresa quiebra la verdad queda expuesta. Se creen los reyes del mundo, pero solo son lo que son porque por siglos hemos dejado que se suban sobre nosotros.
El éxito ha cambiado de significado muchas veces en la historia de la humanidad, para los antiguos romanos por ejemplo, exitoso era aquel que le daba gloria a Roma. Hoy el honor es para quien tenga más números en su cuenta. Es un decir popular que el socialismo «es injusto porque le da lo mismo a dos personas aunque no se esfuercen igual», pero en nuestro sistema pasa exactamente lo opuesto y aunque esto podría sonar de maravilla, es terrible, porque le damos pagos diferentes a dos personas que se están esforzando lo mismo.
La diferencia entre un hombre rico y uno pobre no es lo mucho que ha trabajado uno u otro. Si eso fuera cierto los chicos que trabajan desde los cinco años vendiendo chicles en el centro estarían indiscutiblemente destinados a ser millonarios.
¿No les parece inhumano que en medio de una catástrofe de proporciones globales sea más importante salvaguardar el estado actual de la economía que las vidas humanas? Esto está mal y ahora la gente lo sabe.
El mundo no volverá a ser jamás como antes porque vamos a cambiarlo, hace años que estamos al borde de una revolución global y esta es la gota que derramó el vaso.
Se acerca un terrible periodo de crisis, pero no se preocupen demasiado porque entre los escombros y la muerte el hombre volverá encontrar un buen motivo para vivir.