
Un término muy de nuestros días es el famoso greenwashing, pero, ¿qué se trata de decir con esto? ¿A qué se hace referencia? Y más importante aún, ¿cómo esto impacta nuestra cotidianidad?
Lo que se hace con el greenwashing es que ciertas empresas o industrias en general (como la petrolera, ganadera, automovilística, etc.) buscan »limpiar» su imagen o hacerse ver interesadas por el medio ambiente cuando no lo es así del todo.
Y las grandes industrias continúan con sus ganancias y posicionamiento de poder.
Nos hacen sentir culpables como consumidores con su publicidad engañosa que en lugar de informarnos solo nos quiere vender (como lo ha hecho siempre la mercadotecnia), ponen el foco en los lugares que les interesan y nos hacen creer que con bolsas ecológicas se resuelve el problema, o utilizando carros eléctricos, cuando por ejemplo, aquí en México utilizar un carro eléctrico también sería demasiado contaminante debido a la forma en la que se produce energía actualmente en el país.
«El ciudadano medio cada vez encuentra más difícil diferenciar entre las empresas que tienen un compromiso real con el medio ambiente y aquellas que utilizan una cortina verde para ocultar conductas oscuras»
, explica Greenpeace.
Y los ejemplos siguen y siguen, el punto es que nos quieren culpar por acciones que no son del todo nuestro problema, que más bien seríamos el último eslabón de una cadena de irregularidades en contra del medio ambiente y que muchas veces no tenemos otra opción más que consumir esos productos, pero ellos como productores SÍ tienen otras vías y en vez de tomarlas, por hacer las cosas rápido y ganar más, hacen las cosas de la forma menos benéfica.
Por más cruel que suene, nuestras acciones individuales ante tal monstruo, que es el sistema, no significan nada. Simplemente son ellos tratando de deslindarse de un problema que han creado y nosotros tratamos de no ver cuál realmente es el problema.
El punto es no caer en este falso adoctrinamiento, organizarnos y hacer un cambio auténtico, desde la raíz, cosa que no es fácil, que implica dedicación, tiempo, y un cambio de ideas bastante drástico, pero no pierdo la esperanza de que un día se logre, espero, por nuestro bien y principalmente por el del planeta, que el consumismo no sea tema y que la obsolescencia programada ya no exista más, que el greenwashing no se vuelva a mencionar y las empresas no nos intenten engañar.